El otro día vi La muerte de Stalin de Armando Iannucci. Es una buena película. Facturada exquisitamente, cómicamente hablando, muy negra. Negrísima. Tanto que si uno ha leído algo al respecto del Gran Terror, del Holodomor, de la purga interminable, termina por no reírse. Continúa leyendo La risa (y los veinte millones)