Puede que la frase más estúpida de todas las que conforman el lamentable argumentario del centro y de la derecha en España respecto a la situación en Cataluña sea la de «hace tiempo que el Estado no hace acto de presencia en Cataluña». La frasecita no es más que la enésima consecuencia de la confusión ofensiva que existe en el imaginario colectivo de la degradada conciencia pública española entre Estado y Nación. Pero, ¿qué tomadura de pelo es esta? ¿De qué Estado me están hablando, por los clavos de Cristo? ¡Si precisamente lo que hace original al proceso de desintegración nacional español es que está dirigido desde dentro del Estado! Verdaderamente es asombroso que con unos contendientes tan rematadamente tontos y disminuidos intelectual, política y periodísticamente hablando, las élites separatistas vascocatalanas y la oligarquía del dinero y de la propaganda que sustentan a la izquierda aún no hayan logrado reventar España. ¿Qué Estado es el que ha desaparecido de Cataluña? ¿El español? Según la constitución del 78, las instituciones de autogobierno son las representantes delegadas del propio Estado en cada una de las comunidades autónomas. De modo que el Parlamento de Barcelona y la Generalidad son miembros y articulaciones del mismo Estado cuya cabeza es la Administración General que depende del Consejo de Ministros. Quien se rebeló en Cataluña contra el orden jurídico y atentó contra la soberanía nacional fue una parte del Estado, representantes públicos elegidos por los catalanes en virtud de leyes orgánicas aprobadas en las Cortes del Estado español. Articulaciones y miembros del Estado que, que no se nos olvide, han legislado sobre lo divino y lo humano en su jurisdicción correspondiente desde ese Parlament, convirtiendo al ciudadano catalán en el receptor de la presión fiscal, social y cultural más absurda y disparatada del Occidente contemporáneo. Si hará acto de presencia el Estado en Cataluña que, desde 1978, no ha dejado de financiar, directa e indirectamente, un mini-Estado creado ad hoc por sus representantes autonómicos en la cámara legislativa y en el órgano ejecutivo de la autonomía catalana, cuya razón de ser ha sido desde su nacimiento la destrucción de España como nación. Usando para ello toneladas de dinero recaudado con contumacia extractiva a los propios catalanes y al resto de los españoles. No obstante y al fin y al cabo, es él quien lleva décadas votando de forma mayoritaria precisamente por esto, así que, que se joda. ¡Lo que ha desaparecido de Cataluña no es el Estado, es la Nación! Pero si sólo fuera en Cataluña…
De qué Estado están hablando
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