Aún habría varias ligas amateurs más, hasta que en la temporada 43-44, se crea definitivamente el primer campeonato nacional mexicano profesional, la Liga Mayor, hoy Primera División. Después de su doblete de 1939, el Asturias, reforzadísimo con las incorporaciones de los tres Regueiro (que habían coincidido en un partido con el Madrid Club de Fútbol, antes de la guerra) procedentes del Club Deportivo Euzkadi, disuelto, campeonó dos veces más en la Copa México: en 1940 y en 1941.
El Asturias tiene el honor, además del de formar parte de la primera edición del campeonato profesional de liga de México, de ser uno de los clubes fundadores de la Federación Mexicana de Fútbol. Con la Federación, y por presiones administrativas dada la elevada cantidad de profesionales venidos desde España y otros puntos de América, se creó la Liga Mayor.
Asturias y España compitieron denodadamente hasta el final por el título, el primero de la era profesional. Ambos clubes se habían acendrado en su encono mutuo. El España había ganado más ligas desde que empezaran a cohabitar; por contra, el Asturias se había hecho más copero. En esa temporada entrenó al Asturias el austriaco Ernest Pauler, quien, tras haber hecho campeón como jugador y entrenador al otro adversario del Asturias, el Necaxa, llegó al equipo azul para meterlo en la Historia.
Casualmente, en el España jugaba Lángara. Isidro Lángara era una leyenda del fútbol español. Guipuzcoano, internacional con España, Lángara hizo historia con uno de los dos estandartes del fútbol asturiano, el Oviedo, donde fue tres veces pichichi de manera consecutiva. Tras la aventura con el Euzkadi, marchó a Argentina, donde también fue pichichi con San Lorenzo de Almagro. Luego firmó con el España. Aquel año de 1944, el famosísimo Lángara logró otra vez ser el capocannoniere de la primera Liga profesional de México: pero el título fue para el Asturias. Ambos equipos tuvieron que disputar un replay para decidir quién se coronaba, puesto que llegaron al final igualados a puntos. En el desempate, el Asturias destrozó al España por 4-1. A Lángara le cupo el mérito de meter el gol del honor en aquel partido histórico.
Dirigidos por Pauler, los nombres de Pulques León, José Antonio Rodríguez, Suárez, Pedro Regueiro, Raúl Santizo, Ignacio Cabezón, Tomás Regueiro, Francisco Fandiño, José Noguera y José Menéndez, ganaron el torneo. Todos menos Pulques León, el meta, eran de fuera: argentinos y españoles. Sin embargo, ese éxito marcó el ocaso de la institución. Al año siguiente, el España se hizo con la Liga: paradójicamente, los encarnizados rivales de la colonia española de México DF se marcharon a la tumba de la Historia con un título profesional cada uno. La legislación administrativa y civil se hizo cada vez más proteccionista en México para con el futbolista nativo. Los españoles, algunos, fueron volviendo a la nueva España de Franco. Otros se quedaron, y el Asturias fue disolviéndose a lo largo de la década de los 40 hasta la completa desaparición. Su último partido oficial fue en la competición por antonomasia del Asturias, la Copa México, de la que todavía es el equipo mexicano con más títulos: ocho, sin contar con la Copa Covadonga de 1920.
Contra el Atlante, el Asturias perdió 4-2. Era 1950. Años después, José Ramón Ballina, que había sido el entrenador campeón con el Asturias de la Liga Mexicana de 1939, era el representante del Club de Fútbol Monterrey en la Primera División Mexicana. Cuando éste club se registró en la Liga, tras ascender desde Segunda, Ballina registró la camiseta del Monterrey con las franjas verticales azules y blancas, igual que las del Asturias, club al que todavía guardaba afecto.