Sobre Gibraltar

Cíclicamente, Gibraltar salta a la palestra informativa de los españoles. Conflictos aduaneros, beligerancia entre los marineros del Campo de Gibraltar y la policía británica, etcétera. Nada que no hayamos visto antes y, sobre todo, nada que no vayamos a ver en el futuro. No sé qué ha pasado ahora en Gibraltar, y honestamente, me da lo mismo. Lo he oído de refilón en el telediario de por la mañana, y he encontrado así la oportunidad ideal para venir aquí a hablar de mi libro. De un tiempo a esta parte, abandonado por mi lado ese patrioterismo infantil que considera el Peñón como un puñal clavado en el corazón de cada españolito, he dado en creer en una teoría: España debe ceder de cualquier pretensión acerca de la soberanía de Gibraltar. Esta es una propuesta del todo contracultural y muy negativa en términos de aceptación popular: poco hay que exacerbe más el ánimo nacionalista de la muchedumbre que la cuestión gibraltareña y siempre es un buen as en la manga de quien necesite, coyunturalmente, articular un discurso aglutinante. Otro día hablaremos del patriotismo emocional, el único fomentado y cultivado por los españoles de hoy, tan alejado del patriotismo constitucional, mecanismo narrativo adecuado para las democracias maduras y sobre el que se vertebra el apego a la patria en las naciones avanzadas.

Pero España no tiene nada que hacer en Gibraltar. O dicho de otro modo: Gibraltar nunca será de nuevo española. A medio plazo, la Roca será un Estado independiente integrada en la Commonwealth cuya jefe del Estado será la Reina de Inglaterra, al modo de Canadá, Australia o Nueva Zelanda. El único escenario en donde cabría la posibilidad de que Gran Bretaña se viese obligada a ceder la soberanía sobre el Peñón, compartida o no, a España, sería el que se encontró a finales del siglo XX en Hong Kong, con China; pero nosotros no tenemos cientos de millones de habitantes, ni somos un mercado potencialmente infinito. De modo que para la diplomacia española del mañana sería mucho más conveniente e interesante para la prosperidad de la Nación, entablar un diálogo fructífero con Londres acerca de los límites territoriales de Gibraltar, el uso del aeropuerto, así como sobre la cuestión pesquera. Hablando en plata: posicionarse junto a la Metrópoli en vistas a una más que segura dialéctica de confrontación con el Estado soberano de Gibraltar y sacar toda la ventaja posible en éstos y otros asuntos.

7 Comentarios

  1. Ciertamente Gibraltar nunca será español de nuevo. La cuestión es que deje de ser una colonia. O una ciudad británica más como Manchester, o un estado independiente, pero no colonia.
    Un estado tipo Mónaco o Hong-Kong, en esa ubicación, podría venir muy bien a toda esa zona. Sería interesante valorarlo

      1. Gracias por su articulo, es un cambio a lo que aquí en Gibraltar hemos visto últimamente. Los Gibraltareños no piden la independencia (y no seria viable) y tampoco pedimos integración con el RU. De hecho, Gibraltar ni pertenece al RU, pero nos consideramos como un territorio de ultramar con nuestro propio gobierno, leyes, parlamento, etc. Nosotros no nos consideramos como una colonia (aunque estamos bajo un proceso de descolonizacion en la UN). Pero la pregunta es : que significa la descolonizacion? Integración con España? Tampoco queremos eso. El RU no dicta nada – (al menos que sea bajo el ámbito de la UE) pero si tiene la responsabilidad de nuestra defensa.

      2. Digamos, Claire, que el estatuto jurídico de Gibraltar, si bien no contempla la palabra colonia (es un término antiguo y con connotaciones muy peyorativas), de facto podría considerárselo «colonial», en el sentido de que es un territorio ocupado militarmente (en origen) en una nación constituida, etcétera. Todo eso es Historia, como la pretensión española sobre Gibraltar, muy desfasada como cito en este texto.

        No obstante, creo, aunque esto es una opinión personal mía, que el futuro de Gibraltar es el de un Estado absolutamente independiente. Más que ahora, quiero decir. Un Estado integrado plenamente en la ONU, en la UE, etcétera, aunque mantenga lazos nominales con el Reino Unido (como otros países de la Commonwealth). Y, por supuesto, un Estado autosuficiente en términos militares, aunque debido al tamaño de Gibraltar, supongo que la integración en la OTAN solucionaría este problema; o se llegaría a algún tipo de acuerdo con la Metrópoli al estilo de Francia-Andorra.

        En fin, es un tema apasionante. Le agradezco mucho su comentario.

  2. Las posibilidades para el futuro de Gibratar y el campo son infinitas, pero nunca se podra avanzar asta que Epana nos quite el pie del cuello, en cualquier caso es futuro solo sera definido excusivamente por el pueblo de Gibraltar, Gibraltar no es del RU para dar ni Para Espana Reclamar

    1. Hombre, Joseph, eso de que España tiene un pie en el cuello de Gibraltar, a estas alturas, es un discurso anacrónico. No creo que nadie pueda defender honradamente que Gibraltar, en 2015, se ve acosada o limitada de alguna manera por la administración española.

  3. Antonio Como llamarle entoces, si en cada oprtunida intentan y en ocasiones lo consigun en escluinos de posibles acuerdos, por mencioar alguna reciente , la libereracion del aire, si entrar en la propaganda maliciosa que nos asen con el fin de dañar nuestra economía. te aseguro que desde mi punto di vista no es nada anacrónico, dese negarnos el oxigeno par nusetro hospilales en los tiempos de Paco asta negarnos las piedras para la protección de nuestas costas el el tiempo de Mariano, ambas situaciones las vivido, si ser nada mas que un cidudano de a pie, ni periodista ni político, te recomendaria que continúe con tus Investigaciones ya veras como mi observacion no van demasiada descabellada
    Un Saludo Joseph

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