Tercera carta a los macabeos

La tercera carta en llegar a mi buzón es la del Partido Socialista Obrero Español. Al igual que la correspondencia del PP y a diferencia de la de IU, viene en un sobre blanco, canónico, con el membrete socialista habitual. Junto al folio, un A4 doblado en tres pliegues, la papeleta electoral y la lista de todos los candidatos. El conjunto no se sale de lo tradicional, aunque la carta en sí es un buen botón que muestra, de nuevo, la superioridad del PSOE en materia propagandística. Sin ser espectacular, ni rompedor o siquiera novedoso, la carta supera a la popular en lo visual de forma abrumadora. Al sacarla del sobre nos encontramos con una imagen en color de la candidata, Elena Valenciano, sonriéndonos de manera pretendidamente seductora. Peinada, maquillada y con un fular -el toque femenino a la par que desenvuelto, incluso moderno, que rompe la sobriedad augusta de su condición electoral-, a su gesto de calculada cercanía (los labios esbozando una sugerencia a medias) le acompaña una lema en letras blancas de líneas rectas y minimalistas: TÚ MUEVES EUROPA. En el segundo y tercer pliegue de la carta se desarrolla un texto que apenas debe ocupar un párrafo en un Word cualquiera. Sin embargo, el interlineado y el estilo de letra amable lo desparraman hasta la parte inferior del papel, donde unas sombras onduladas de colores cálidos -donde predomina, naturalmente, el rojo- delimitan el espacio con suavidad y amenidad polícroma.

Tú mueves Europa (Ese tú, supongo, se le habrá ocurrido a algún publicista tras mirar carteles de propaganda bélica anglosajona. El latigazo emocional, el Follow the drum. Qué genio, joder. Por cierto, no soy Arquímedes: necesito al menos un gol de Cristiano Ronaldo para mover Europa)

Querido amigo, querida amiga: (Es bueno tener amigos. También que usted tenga la ilusión de tener muchos. Siga intentándolo. Le agradezco, no obstante, que al menos no haya utilizado la execrable arroba ni el querid@ amig@. Con lo poco que se conforma uno)

Como sabe (Me desconcierta, señora Valenciano. Primero me tutea, luego me trata de amigo, y ahora pasa al usted. ¿Es alguna táctica de diversión, pretende generarme confusión? La felicito, lo está consiguiendo), el 25 de mayo vamos a elegir al Parlamento Europeo y al próximo Presidente de la Comisión Europea. En esta crisis hemos aprendido que las decisiones que se toman en la Unión Europea pueden cambiar la vida de cada persona (Lo hemos aprendido en la crisis. OK. Antes no. Supongo que cuando llegaban los fondos de cohesión cual Planes Marshall desde Centroeuropa, no nos dábamos cuenta. No cambiaba nuestras vidas. Ni el euro, tampoco. Toda la conciencia de nosotros mismos nos llegó con la crisis, de repente. Como un chaparrón de mierda. ¡Cuán naïfs éramos, señora Valenciano! ¡Si hasta les votamos a ustedes dos veces seguidas!) , de cada familia, de cada empresa. Por eso nos jugamos mucho ese día.

En estos últimos años Europa ha estado gobernada por la derecha. Por una derecha insolidaria cuyas medidas han fracasado contra la crisis. Nos han impuesto una política equivocada y unos sacrificios que no nos merecemos, que no han arreglado nada y que han hecho sufrir a mucha gente. Han perjudicado a España y a los españoles. (Corríjame si me equivoco, pero esa política equivocada y esos sacrificios iniciaron su camino un año antes de la llegada de Rajoy a La Moncloa. Y la derecha a la que usted alude como si fuese una abstracción demoníaca, un ente siniestro que hubiese sido impuesto mediante tiranía cósmica en España, no es más que un partido de centro-derecha, democristiano si se quiere, que se distingue de su socialdemocracia en aspectos purititamente cosméticos, no se engañe, y que fue votado por once millones de españoles en pleno ejercicio de su soberanía nacional. Por otra parte, alúmbreme: quizá la política correcta hubiera sido seguir ampliando la burbuja administrativa del Estado. ¡Quiá, si eso es lo que se ha seguido haciendo! Y lo que usted hubiera seguido haciendo, por supuesto. El famoso adelgazamiento del aparato burocrático estatal se ha quedado en apenas una veraniega dieta Dukan. ¡La Derecha, el Harmagedón!) 

Han puesto Europa en manos de los poderes financieros. (Terrible. Nos gobierna el Señor Burns) Y mientras tanto han asfixiado la economía (lo que asfixia la economía, señora Valenciano, es la tenaza impositiva y el corsé -y digo corsé por no decir camisa de fuerza- fiscal que lleva aplicando el Estado sobre los ciudadanos desde su presidente Zapatero hasta el señor Rajoy. Que abrir una empresa en España sea la antesala de la silla eléctrica y trabajar como autónomo de acuerdo a la legalidad sea hacer el panoli. Que salga más rentable, en algunos casos, no hacerlo. Pero qué va a saber usted de todo esto si es una apparatchik que no se ha enfrentado a un problema económico real en años), han deteriorado la sanidad y la educación pública, millones de trabajadores han perdido su empleo, y muchas familias de clase media se han empobrecido (La clase media es un lujo del siglo XX que está en vías de extinción). La unidad de Europa trajo paz (la última vez que miré un libro de Historia, la paz había venido a Europa en los fusiles de los soldados americanos, canadienses, australianos y neocelandeses que murieron en Normandía. Y en los aviones de la RAF que vencieron a la Luftwaffe sobre el Canal de La Mancha. Y en los tanques de la Francia Libre de De Gaulle. Pero lo mismo ahora todo eso ha cambiado, ya no sé qué les enseñan a los niños en el colegio), progreso y libertad, y ayudó mucho al crecimiento de España. (El dinero alemán de los FEDER, sí)  Pero hoy algunos sólo piensan en rescatar a los bancos con el dinero de los ciudadanos. (Voy a hacerle una pregunta de índole personal, señora Valenciano. ¿Dónde guarda usted su dinero? ¿Debajo de una losa, en el patio de su casa? Y otros quieren que el odio vuelva a Europa y volvamos a ver a los extranjeros como enemigos. (Eso dígaselo a Le Pen)

Queremos un renacimiento del europeísmo. (Toma, y yo) Queremos reconocer la Europa con rostro humano a la que siempre hemos deseado pertenecer. (Menos mal, empezaba a estar un poco harto ya de la Europa con rostro de cyborg) Los socialistas queremos ganar estas elecciones para la gente que más ayuda necesita: para los jóvenes que se ven sin futuro, para los trabajadores que han perdido su empleo, para las mujeres a las que el Gobierno del señor Rajoy quiere quitar su libertad. (¿Se ha parado usted bien, Elena Valenciano, a releer esta frase? Se lo recomiendo encarecidamente)

Sólo hay dos mayorías posibles en Europa: o gobierna la derecha y los poderes financieros (¡LOS MERCAOS!), o gobierna la izquierda para devolver Europa a los ciudadanos (Si Europa ya no pertenece a los ciudadanos, ¿a quién está usted convocando a votar el próximo domingo? ¿A las letras del Tesoro?) . Hay que cambiar el rumbo de Europa. (En eso estamos de acuerdo) Y el Partido Socialista Europeo es la única fuerza que puede crear una mayoría y dar un nuevo gobierno a Europa. Los españoles que más están sufriendo necesitan crecimiento económico, necesitan que el empleo sea la prioridad, necesitan la solidaridad europea. (Y que gane el Madrid en Lisboa. Eso también. No, ya en serio, también necesitamos que la UE nos aclare si la hipotética secesión de Cataluña no es una aberración política, geoestratética e histórica que atenta gravísimamente contra la esencia misma de la Unión. Porque hasta ahora sólo es «un problema interno de España» y creo que hay alguna laguna en esta cuestión. Se lo digo así sin esperar demasiado a que usted me lo tenga en cuenta, señora Valenciano) Eso es lo que proponemos los socialdemócratas europeos y lo que hará nuestro candidato común, Martin Schulz (Pero si la Wiki dice que es el actual presidente del colaboracionista parlamento europeo abandonado en las garras de los oscuros poderes financieros. ¿Nos está pidiendo que apoyemos a la reencarnación de Petàin?), si los ciudadanos lo eligen como Presidente de la Comisión Europea. 

Como candidata del Partido Socialista, le pido que vaya a votar el 25 de mayo, y ayude con su voto a salvar la Europa unida que queremos, a defender el interés de España y a que prevalezcan los valores progresistas. Le pido que vote socialista. 

Un saludo muy afectuoso para usted y para los suyos. (Al menos ha tenido el detalle de no tutearme más, y de despedirse con gentileza. Se lo agradezco, no crea. No está siendo muy común en esta campaña electoral)

Elena Valenciano

Un comentario

Deja una respuesta

Por favor, inicia sesión con uno de estos métodos para publicar tu comentario:

Logo de WordPress.com

Estás comentando usando tu cuenta de WordPress.com. Salir /  Cambiar )

Imagen de Twitter

Estás comentando usando tu cuenta de Twitter. Salir /  Cambiar )

Foto de Facebook

Estás comentando usando tu cuenta de Facebook. Salir /  Cambiar )

Conectando a %s