Antifútbol

Un Milan menor, plagado de dinosaurios y geriátrico de Europa, puso al descubierto todas las carencias del equipo del antifútbol por excelencia, el Barcelona, en una noche extraña. Cuando la lógica preveía victoria aplastante de los Chemical Players, Pito decidió demostrar que no es, como dice la cohorte de feladores del periogolfismo nacional, mejor que Guardiola, sino todo lo contrario: un entrenador poco flexible con dificultades para adaptarse a un contexto esquivo. El Milan planteó un partido de guerrilla y navaja, con dos líneas muy juntas y tres delanteros que no eran atacantes sino bomberos que acudían al fuego más cercano. El ejercicio de solidaridad competitiva italiana fue extraordinario. Messi fue un alfeñique rodeado de hombres decididos a ganar a toda costa, y Disneylandia hizo el pasivo más abrumador que se le recuerda: 73% de posesión con un único tiro entre los tres palos. A Guardiola no se le hubiese escapado el 0-0, como de hecho no le ocurrió hace justo un año en el mismo campo, pero Pito no es Guardiola por mucho que los trovadores de la mentira hayan querido aliviar la marcha de Pep inventándose una hilarante historia de Vilanova como el ojo de Sauron oculto tras los éxitos del Barça Triomfant. Para quienes el mundo se divide en buenos y malos, esta derrota les resultará imposible de ubicar: tan corto es el mapa emocional e intelectual de estos socialdemócratas de nuevo cuño que son incapaces de alzar la vista de su manoseado ombligo para percatarse de que el mundo está lleno de realidades complejas y, sobre todo, diferentes, y que cuando el Titanic se hunde lo último que hay que hacer es salir corriendo como una locaza. Si el Milan supera la emboscada balompédico-federativa de la vuelta en el Camp Nou se erigirá en el máximo favorito para ganar esta Copa de Europa, pues, cumpliendo la máxima legendaria, italiano jodido, italiano vincente, y es en los fondos más abisales, como los grandes saurios, cuando el equipo de San Siro suele mostrarse más peligroso, mortal y difícil de vencer.